viernes, 28 de diciembre de 2007

Lars, creo que ya no eres el jefe

¿Quién no puede reconocer las señas características del genuino realizador danés en cada uno de sus largometrajes? Controvertido y transgresor, creador del dogma y el siempre alabado por la crítica, Lars Von Trier, distinguía sus historias por la crueldad dramática que esenciamente transmitían cada una de ellas: un alma caritativa encarnada en cuerpo de mujer acaba siendo el blanco y cabeza de turco de un sistema dogmático o circunstancias abrumadoras que acaban sobrepasando a la protagonista de turno y gracias al grado de mezquindad que impresivisiblemente puede llegar a alcanzar la raza humana, acaba convirtiéndose en una verdadera víctima y mártir esplendorosa igualándose casi con la divinidad.
Rompiendo las olas, Bailar en la oscuridad, Dogville...y su úlimo filme El jefe de todo esto, no tienen nada que ver... o sí. Una historia larsvontriana en claves de comedia que no acaba de cuajar, es el resultado de este experimento cómico que despertaba la curiosidad en mí como crítica. Podríamos decir que nuestro querido Von Trier lo intenta. Sin embargo, en algunos momentos de 'risa', que sabes que guardan su lógica humorística, me veía incapaz de soltar la carcajada. Puede que sean muchas situaciones de guión desaprovechadas, debido a la presentación de sus imágenes, más propia de una de las historias tristes y crueles a las que nos tiene acostumbrad@s. Pero el producto final seguía siendo un pastiche de elementos más o menos conseguidos que no acaban de conseguir el puntillo que apunta la receta.
Dicen que la línea entre la comedia y la tragedia es muy delgada (si no que se lo pregunten a Woody Allen...), y en este caso, quizás le falte una atmósfera más alegre o un matiz de naturalidad y fluidez, para que podamos sentirnos a gusto y no respiremos entrecortadamente cada vez que se utiliza un desenfoque inoportuno.
O el personaje principal es demasiado estúpido o el clímax final que se alcanza es demasiado ridículo... Pero la mera mención de Gambini, el caricaturesco y estereotipado islandés --que a veces puede llegar a ser lo mejor de la película con sus bestiales frases contra la población danesa--, algunas partes innecesarias --como el affaire de la rubia explosiva y el actor protagonista-- y el ridículo final se tambalean en la fina línea de la brillante absurdez y el sisentido insulso.
Como las carcajadas me las tuve que inventar, creo que desde el punto de vista de una servidora, está visto en qué lado de la cuerda cayó la concepción del último bandazo dado por el director escandinavo.
He de añadir que la idea original es buena y los actores lo hacen lo mejor que pueden, pero aún así el barco final naufraga, no estrepitosamente, mas no acaba de convencer.
No terminaré sin antes mencionar una escena que se ilumina como un fogonazo de este maestro de la tragedia griega en medio de toda la preparada parafernalia de comicidad (la escena en la que no se sabe si todos los empleados de la oficina acabarían en la calle). En ese momento, pensé que realmente la mano de Von Trier está por encima de cualquier historia y sólo él es capaz de filmarlas de esa manera que corta la respiración, te deja la mente sobria y la boca seca y sin aliento. Realmente, Von Trier sigue siendo un genio y único.



Así pues, no pasa nada, maestro. Te perdonamos este escarceo por esta vez.

3 comentarios:

Jefe Dreyfus dijo...

pues coincido plenamente con su gran subjetividad! nosotros también la criticamos en su momento.. http://quesitorosa.blogspot.com/2007/03/el-jefe-de-todo-esto-2006.html

saludos y buen año!

Mamerto Tetto dijo...

No estoy del todo de acuerdo contigo Clara. Es cierto que este film no esta "a la altura" de ninguna de sus anteriores largometrajes, pero porqué habria que compararlo... menos cuando al principio del film Von Trier mismo nos advierte o, mejor dicho, nos confiesa, que no esta dispuesto a encarar este film con seriedad. En ese sentido habrá gente que no se sienta a gusto con el tono acaso ligero de esta comedia que, descubrimos en su desarrollo, esta bastante mas cerca de ser mas una manifestación politica "disfrazada" de comedia, que una parodia laboral al estilo "The Office".

Lo cierto es que el guión me resulto sobre manera atractivo, las actuaciones no despuntan ni para el lado comico ni para el dramatico (con un protagonista que pareciera tardar en comprometerse con el film algo mas que lo que tarda en asumir su rol en la empresa), el montaje dota al film de bastante fluidez narrativa, y que finalmente no nos encontramos frente a una comedia mas, ni mucho menos.

Teniendo en cuenta algunas cosas mas (no cuento la lucidez necesaria ni el tiempo para expresarlas en esta oportunidad) diría que es un film recomendable. Muy recomendable para quienes no saben quien es Lars Von Trier, y algo menos para sus admiradores (yo entre ellos), quienes, si bien no saldran defraudados, veran su faceta menos controvertida y transgresora.

Besos rica!

p.d.: Recordá que este año se estrena "Wasinton"... teniendo en cuenta esto creo que hizo bien al matizar su produccion con algo del tenor de "The Boss of it all".

Clara dijo...

Siempre que un director aparece en la cartelera con un nuevo trabajo, lo más normal es contextualizar la película dentro de su filmografía anterior y comprobar la evolución (hacia atrás, hacia delante o hacia la tangente) del realizador. Y tratándose de Lars Von Trier, más interesante todavía...

Seguramente esta comedia denuncia muchas de las situaciones más o menos injustas que se viven dentro de las oficinas de una empresa... Pero eso tampoco quita que sea razón para que esta supuesta comedia no tenga ni pizca de gracia, que es experimenté.

En lo de la fluidez estoy de acuerdo, aunque creo que aún así Von Trier seguirá siendo transgresor incluso en su comedia más light, que parece esta El Jefe de todo esto.

A los que no conocen a Von Trier les recomendaría otra de sus anteriores películas de su género dramático, que a mi entender se le dan mucho mejor. Y a los admiradores como usted, mejor les pondría a prueba con El jefe de todo esto.

Aunque bueno, ya se sabe viva la subjetividad y para gustos los colores. Tendré en cuenta la recomendación de Wasinton.

saludos