miércoles, 13 de febrero de 2008

Juno, diosa del Indie



Sarcástica, original, divertida... Perfecta para los 'indies' con vocación

El alternativismo rockero y ácido al cuadrado, personificado en una joven de supuestas 16 primaveras, va abriéndose paso por los valles y montañas de la vida con una afilada prosa, irónica y contundente.
Una historia de lo más común en la vida real, como el embarazo de una adolescente, aparece presentada de la forma más peculiar por su transgresora y locuaz protagonista, Juno; alterego de su creadora, la ex stripgirl reciclada a guionista, Diablo Coddy.
No faltan artículos y palabras que se deshagan en halagos ante la agudeza de un guión bien construido y original, además de contar con la interpretación de una solvente y prometedora Elle Page; sin embargo, en la opinión de una servidora, he de concluir que el filme no llega a las cotas de obra maestra.
Es cierto, que guarda muchos puntos a favor, como algunos de los mencionados anteriormente, pero llegado un momento parece que la historia de la chica grunge con camisa de cuadros, coleta y pantalones anchos no da más de sí. Quizás debería decir que este gran personaje, lo más valioso de la película, está desaprovechado con una historia divertida pero no demasiado brillante como para hacerse con la estatuilla del "Tito Oscar".
Se pasa un rato entretenido y puede que las múltiples ocurrencias de Page/Coddy te hagan sonreír durante buena parte del largometraje y hasta soltar más de una carcajada.
La parte dramática y tragicómica del filme, pese a que el tono humorístico general intenta disolverla, se resuelve sin más transcendencia que la que podría utilizarse en una de las variadas y abundantes teleseries americanas de gran calidad que están triunfando en la pequeña pantalla. No obstante, vuelvo a repetir que el calado de esta comedia inclasificable no da para tanto.
En comparación con la intérprete jovencita principal, algunos de los personajes secundarios, no están tan bien construidos (véase el personaje de Jennifer Garner), se abusa de los estereotipos y la carismática personalidad de Juno eclipsa todas las demás.

domingo, 3 de febrero de 2008

Al final del corazón

Ha hecho falta que el nombre de Godard se paseara por las bocas de los mejores cineastas y se citara en las letras de los mejores críticos de cine perdurando durante más de 40 años para que A bout de souffle (o la Al final de la escapada, como una españolita traduciría) llegara a horadar una rayita en el bagaje de mi cinéfila curiosidad.
Simplemente, el resultado videoclipero de la Nouevelle Vague y la preponderante utilización de la música, guía de la estructura del guión solo funciona porque es la excéncrita personalidad de Godard la que lo tutela.
La multitud de pequeños guiños cinéfilos (Humphrey Bogart, carteles de películas...) y no tan cinéfilos (ya sabréis en quién se inspiró el anuncio de Martini), disimulan y adornan una sensiblidad disfrazada de cultura pop y frivolidad hiperactiva que por mucha verborrea que desate no puede resistirse ante la punzante realidad del amor.



Dispárame justo ahí... para romperme el corazón

Aquí tenemos otra de mis historias favoritas, casi más admirable por la forma adolescente y despreocupada en la que se cuenta algo tan trascendente que por la historia en sí, ya conocida por tod@s nosotr@s: una buena chica enamorada de un sinvergüenza abandonados a cruzar el fin del mundo en un impulso ingenuo e imposible que se vivirá como un cuento de hadas hasta que irrumpa un game over.
Una Jean Seberg poética y enorme en toda su feminidad y un Jean-Paul Belmondo casi carismático llevan sobre sus hombros una historia tan veraz como surrealista.
Una historia no tomada en serio ni por los propios protagonistas que merodearán por los inmensos escenarios de las calles parisinas como si de un infinito teatro se tratase.

Como si 'al final de la escapada' la función se acabara y la sangre fuera salsa de tomate.