domingo, 3 de febrero de 2008

Al final del corazón

Ha hecho falta que el nombre de Godard se paseara por las bocas de los mejores cineastas y se citara en las letras de los mejores críticos de cine perdurando durante más de 40 años para que A bout de souffle (o la Al final de la escapada, como una españolita traduciría) llegara a horadar una rayita en el bagaje de mi cinéfila curiosidad.
Simplemente, el resultado videoclipero de la Nouevelle Vague y la preponderante utilización de la música, guía de la estructura del guión solo funciona porque es la excéncrita personalidad de Godard la que lo tutela.
La multitud de pequeños guiños cinéfilos (Humphrey Bogart, carteles de películas...) y no tan cinéfilos (ya sabréis en quién se inspiró el anuncio de Martini), disimulan y adornan una sensiblidad disfrazada de cultura pop y frivolidad hiperactiva que por mucha verborrea que desate no puede resistirse ante la punzante realidad del amor.



Dispárame justo ahí... para romperme el corazón

Aquí tenemos otra de mis historias favoritas, casi más admirable por la forma adolescente y despreocupada en la que se cuenta algo tan trascendente que por la historia en sí, ya conocida por tod@s nosotr@s: una buena chica enamorada de un sinvergüenza abandonados a cruzar el fin del mundo en un impulso ingenuo e imposible que se vivirá como un cuento de hadas hasta que irrumpa un game over.
Una Jean Seberg poética y enorme en toda su feminidad y un Jean-Paul Belmondo casi carismático llevan sobre sus hombros una historia tan veraz como surrealista.
Una historia no tomada en serio ni por los propios protagonistas que merodearán por los inmensos escenarios de las calles parisinas como si de un infinito teatro se tratase.

Como si 'al final de la escapada' la función se acabara y la sangre fuera salsa de tomate.

5 comentarios:

Andres Pons dijo...

Un blog muy interesante.
Si no te importa lo añadire al mio.

BUDOKAN dijo...

Qué bueno que te haya gustado este film o por lo menos que te despierte curiosidad. La dupla actoral se lleva todas las palmas. Saludos!

Ivan dijo...

Mmmm...creo haber visitado este blog alguna vez, pero soy muy despistado para estas cosas..XXDD, sino ha sido asi, la verdad es que me he perdido un lugar con cine del bueno. Entrar a un lugar nuevo y encontrarse una entrada de la Nouvelle Vague, no viene siendo habitual por desgracia, asi que me animo a linkarte sino te parece mal.
Por cierto, amigo Budokan, le veo a usted por todas partes, su cinefilia abarca toda la red, jeje.
Lo mismo digo Andrés XXDD

Un abrazo de un nuevo lector Srta Clara

malditas musas dijo...

Tus comentarios nunca resultan salsa de tomate...

Me gusta tu narrativa y tu mirada.

besos
musa

Dr. Hichcock dijo...

Celebro que te haya gustado, es una película inolvidable. Lástima que con los años, Godard se volviera tan inaccesible/insoportable.